Un examen ocular abarca una gama de pruebas para evaluar la visión y controlar las enfermedades oculares. Es probable que el oftalmólogo use una variedad de instrumentos, dirija haces de luz directamente a los ojos y te pida que mires a través de una gama de lentes. Cada prueba evalúa un aspecto diferente de la visión o la salud ocular.
Un examen ocular ayuda a detectar problemas oculares en las primeras etapas, cuando hay más posibilidades de tratarlos. Los exámenes oculares periódicos brindan al oftalmólogo la oportunidad de ayudarte a corregir o adaptarte a los cambios en la vista y de ofrecerte consejos para el cuidado de tus ojos. Además, un examen ocular puede darte pistas sobre tu estado de salud general.
El oftalmólogo revisará los ojos de los niños para determinar si se están desarrollando de manera saludable y buscará los problemas oculares más frecuentes en niños: ojo vago, ojos bizcos y ojos desalineados. Un examen ocular más integral entre los 3 y 5 años de edad servirá para detectar problemas con la visión y la alineación ocular.
En general, si se esta sano y no tiene síntomas de problemas de visión, se recomienda hacer un examen ocular completo a los 40 años de edad, cuando es probable que ocurran algunos cambios en la visión y aparezcan enfermedades oculares. Según los resultados del examen, el oftalmólogo puede recomendar la frecuencia de los exámenes oculares futuros que debes realizarte.
Si tienes 60 años o más, tu médico debe revistarte los ojos una vez al año o cada dos años.
Realízate exámenes oculares con más frecuencia si:
- Usas anteojos o lentes de contacto.
- Tienes antecedentes familiares de enfermedad ocular o pérdida de la visión.
- Tienes una enfermedad crónica, como la diabetes, que te coloca en un riesgo mayor de tener enfermedad ocular.
- Tomas medicamentos que tienen efectos secundarios graves en los ojos.
Si utilizas lentes de contacto o anteojos, llévalos a la consulta. Tu oftalmólogo querrá asegurarse de que lo que te recetaron es lo mejor para ti.